lunes, 26 de abril de 2010

División de Innovación y enseñanza virtual

. . . HACIA LA CREACIÓN DE UNA DIVISIÓN DE INNOVACIÓN Y ENSEÑANZA VIRTUAL UNI SIGLO XXI. . .



... A menudos los Docentes solemos confundir innovación tecnológica con la innovación pedagógica....

Después de analizar el artículo anterior, de la infraestructura hacia la infoestructura, la alta dirección de nuestra gloriosa universidad no debe olvidar  la necesidad urgente e insoslayable de proporcionar al profesorado universitario competencias pedagógica e informáticas para entrar a una era con la que podemos estar de acuerdo o no, pero nunca al margen, la de introducir las TICs a nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje. Lejos de la resignación distinguida  y la utopía encantatoria a la que no debemos acostumbrarnos los miembros de la comunidad universitaria, sigue siendo posible otro camino. Hoy hay lugar para la redefinición de un verdadero reformismo, radical en sus análisis y ambicioso en sus objetivos que, al mismo tiempo, vuelva a dar un sentido positivo a una parte necesaria de utopía en la reinvención de la UNI para el siglo XXI. Nada nos obliga a contentarnos con un discurso gerencial que equivale a negar las transformaciones profundas que requiere nuestra universidad; o con un discurso de rechazo nostálgico hacia  la cultura de calidad; en tanto que, se tendría que implementar  políticas institucionales de la alta dirección que solo conduzcan a los miembros de la comunidad a entender de que el único camino transitable hacia un futuro competitivo1 es la integración (fortalecimiento de la redes académicas) y la capacitación pedagógica, ya que el más del 70 % de las actividades en la UNI están centradas en los procesos de enseñanza-aprendizaje, por lo que la competencia profesional no representa ni el 30 % de su actividad dentro de la UNI.
Este es uno de los grandes retos por alcanzar, pero que a criterio  propio sostengo que en la UNI la estamos abordando mal. Cuando la UNI aprobó proporcionar una insentivo pecuniario para que los profesores compraran computadoras, a cambio de que entregaran como producto un aula virtual de su propio curso, en una estimación atrevida, considero que ni el 5 % de los profesores adquirieron la competencia deseada, la de introducir las TICs en sus procesos de enseñanza-aprendizaje y un gran número ni siquiera se enteraron de como se elabora un aula virtual y pero aun, de como usarlo, ya que  las que se mandaron a editar y por si no es suficiente, las personas que certificaban el producto ni siquiera conocian el tema. Ahora si la  pretención era que los profesores solo compraran su computadora, y el aula virtual solo un mero formalismo, entonces si se lograron los objetivos deseados.
 Cuando nuestras autoridades via el CEPS-UNI emprendieron un proyecto de envergadura, capacitar a más de 300 profesores, de la cual fui parte, se logro durante 1 año sostener este proyecto pero con pena me atrevo a decir que ni  el 10 % de los profesores adquieron la competencia digital deseada y en el resto de los profesores su competencia quedó aletargada en el olvido, durmiendo el sueño de los justos.
A todos estos hechos sostengo que las autoridades están haciendo su mejor esfuerzo pero no es suficiente, porque la naturaleza entrópica de la Educación tiende a que todo esfuerzo de mejorar la Educación se degrade; mientras no se establezcan los mecanismos y procedimientos que puedan sostenerlo y perennizarlos en el tiempo. Y como hacerlo, en mi opinión no debemos abordar el cambio hacia la era digital sin abordar en primera prioridad la innovación pedagógica. Es decir, establezcamos mecanismos de capacitación en pedagogia universitaria asociados a la permanencia del docente universitario en el UNI. En todos los países del mundo se hace y el profesor no deberia ser nombrado, ratificado promovido sin que de muestre competencias en  pedagogía universitaria, ya nos suficiente en estos tiempos, la capacitación y la certificación  que tanto daño le hacen a la Universidad, ya que un algunos Docentes de la UNI nos hemos acostumbrado a capacitarnos y capacitarnos por el mero hecho de adquirir certificados sin la preocupación de lograr las competencias.
 Por todo ello, si nuestra pretensión es promover la innovación pedagógica en la enseñanza universitaria, deberemos ofrecer un servicio de apoyo a esta labor que, no se hace nada fácil y, que avanza en contracorriente de la cultura tradicional de los procesos de enseñanza. Entre tod@s debemos contribuir a la promoción de una cultura universitaria donde la formación permanente como base del desarrollo profesional sea una realidad a través del logro de las competencias deseadas y con la venia de Uds. por la reitativo de la propuesta, solo si se incorporan al mecanismo de permanencia dentro del sistema universitario  podremos asegurar estándares de calidad tan soñadas por todos nosotros.
A lo largo de este artículo se pretende sugerir a las autoridades de la UNI la creación del departamento para los servicios de Asesoramiento pedagógico-tecnológico de la UNI, enmarcado en una futura Dirección de Innovación y Enseñanza Virtual, con  un presupuesto propio y que en coordinación con el CETIC   tenga como razón de ser precisamente la comunidad docente universitaria: por ella y para ella, fomentando, favoreciendo, fortaleciendo  actitudes innovadoras dentro de un marco de la gestión del conocimiento que permita difundir y mejorar las buenas prácticas docentes dentro de un marco de cooperación y respeto por los derechos de autor y sirvan a la sociedad, a su alumnado y, sobre todo, a la EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI.
La Dirección de Innovación y Enseñanza Virtual (DIEV)  podría tener como objetivo fundamental sostener el proceso de innovación pedagógica en redes y con el  uso de TICs, desde el paradigma de la educación centrada en la enseñanza y culto al conocimiento científico hacia un paradigma de la Educación centrada en el aprendizaje-desaprendizaje-reaprendizaje como un triada necesaria para abordar la Educación del siglo XXI.
Finalmente cabe la reflexión de Biondi et. al.2  "Por vivir de espaldas al rigor, a la academia y a la observación de lo que ocurre globalmente, aún abordamos el nuevo mundo con categorías anquilosadas en el ayer y es así como empobrecemos la comprensión de la Universidad en términos de utopías otodoxas, la pretender buscar estándares de calidad para el siglo XXI introduciendo tibiamente las  nuevas tecnologías de comunicación e información y mientras no abandanomes esta utopía seguiremos gastando y no invirtiendo en educación en la Universidad Nacional de Ingenieria.
1  Jean - Paul Fitoussi y Pierre Rosanvallon, La nueva era de las desigualdades, Editorial Manantial, Buenos Aires, 1997.
2  Biondi Juan, Miro Quesada Silvia & Zapata Eduardo, Derribando muros, Editorial El Comercio, Lima, 2010.

miércoles, 7 de abril de 2010

Infraestructura versus Infoestructura

        ... HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CONCIENCIA SOCIAL ...
A propósito de la reflexión de José Cordeiro "de la infraestructura hacia la infoestructura" me viene a la mente las visiones estremecedoras de la pobreza extrema  de la India  que abundan  incluso en las capitales comerciales, donde la falta de subterráneos, la escases de autopistas y en general de la infraestructura me hacen recordar el contraste dialéctico de las torres emergentes de oficinas y centros de investigación y desarrollo que brotan cual "hierba mala" por toda la India. En estos lugares, los indios juegan papeles invaluables en la cadena mundial del innovación.
Es cierto que la infraestructura física (colegios, carreteras, centrales eléctricas, sistemas de agua-alcantarillado, represas, hospitales, puertos, sistemas de riego, transportes, etc.) sigue teniendo una importancia vital, sobre todo en países como el nuestro donde estas inversiones han sido postergadas por los gobiernos de turno. Pero no podemos imaginar un futuro sin la infoestructura. En pocas palabras, no podemos pretender iniciar una carrera desenfrenada por mejorar nuestra infraestructura física y tratar de conversernos a nosotros mismos que  nos encontramos en una etapa de desarrollo económico sin igual en América Latina y no tener en cuenta las tendencia mundiales hacia la era de la información y del conocimiento. El problema de nosotros los peruanos es que vivimos con paradigmas del siglo XX, pretendiendo desarrollarnos para el siglo XXI, con solo mejorar la infraestuctura, falacia más ilusa que está lejos del  movimiento mundial que moviliza los esfuerzos de los países de la infraestructura hacia la infoestructura.
El rol del conocimiento ha alcanzado  relevancia primordial en las estructuras sociales contemporáneas,  proporcionando nuevos paradigmas para el desarrollo humano y social. Los países deben tomar conciencia de esta situación para poder aprovechar esta ola emergente y aplicar las políticas de estado necesarias que nos permitan mejorar la infraestructura claro que sí, pero sin descuidar, y probablemente con igual importancia, mejorar la infoestructura como único medio de tener por lo menos esperanzas de que en algún momento seremos competitivos y las Universidades deben cumplir su rol y liderar  y movilizar las "fuerzas impulsoras de la transformación hacia una sociedad del conocimiento global y debido a una eficiente gestión de la información tendrán cierta capacidad para gobernar y, con el tiempo corregir la dirección de las tendencias de la globalización"; pero sin la infoestructura necesaria por lo menos dentro de las Universidades ¿como lo lograremos?. 
 Las inversiones requeridas pueden ser enormes y necesitan del aporte del sector público y privado, tanto nacional como internacional, pero fundamentalmente  requieren de estadistas que entiendan que la educación tiene caracter complejo y multidimensional y que no se enfonquen como lo han hecho los gobiernos de turno anteriores de abordar el problema con un corte netamente positivista. Es decir, pretender mejorar la educación, mejorando el sueldo de los maestros; o la infraestructura de los colegios y universidades; o como otros gobernantes que tratan de mejorar la educación copiando sistemas extranjerizantes como el bachillerato, proyecto Huascaran, etc.;  y que independiente de que sean buenos, no acaban de entender que la educación tiene ser un proyecto nacional de mediano plazo y largo plazo, concensuado y contextualizado a nuestra realidad, la de ser un país multiétnico, con mucho descontento social, pero al fin y al cabo, si la India lo logró en condiciones mucho más extremas a nuestro contexto, es posible soñar en el verdadero desarrollo económico dentro de la sociedad del conocimiento.
 Termino mi reflexión amigos volviendo a mi tema recurrente ¿cómo es posible que la India, un país sin una infraestructura adecuada puede ser el primer exportado de servicios?. No pretendo seguir dentro de lo que los peruanos solemos hacer, copiar el modelo hindú y encima tan fielmente copiado que en nuestro contexto siempre resulta un desastre. Lo que pretendo dejar a consideración de Uds es que sin un desarrollo de la infoestructura, de nada servirá el desarrollo de la infraestructura, porque seguiremos siendo los pobres del siglo XXI, solo que con mejores casas, vías, hospitales y escuela, pero al fin y al cabo, los nuevos pobres que serán meros consumidores compulsivos de la era de la información y  del conocimiento.

sábado, 3 de abril de 2010

Hacia un modelo Educativo UNI siglo XXI

Hace un año, a propuesta de las autoridades de la UNI, se formó una comisión precidida por el Arq. Manuel Ferreyra, Franco Krajnik y el que firma este blogger. Esta comisión se encargó de elaborar una propuesta para la implementación de un nuevo Modelo Educativo UNI hacia el siglo XXI y llegó a establecer un documento de 60 páginas y cientos de horas de dedicación para emerger un anteproyecto de modelo que debía ser sometido a consideración de la comunidad académica de la UNI para enriquecerlo, nutrirlo y ver la posibilidad de su viabilidad; pero desafortunadamente se la dejó en los brazos adormecedores de Orfeo, por lo que todavía duerme el sueño de los justos.
Pero pareciera que el trabajo de Orfeo es muy eficiente y el sueño ya creo que se está volviendo aletargador para un proyecto que día día va perdiendo vigencia, en tiempos especialmente cambiantes y de mucha incertidumbre; por lo pongo a consideración de los pocos que me pueden ver por este medio y espero sus opiniones para no sentirme solo en esta letanía de fustraciones y mediocridad que con solo alargar los plazos se cree vencedor para mantener el status quo que ya nos está haciendo vivir a la sombra de nuestro pasado glorioso de la UNI.
Resumen ejecutivo de la propuesta del modelo educativo UNI hacia el siglo XXI.